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lunes, 29 de abril de 2013


Juan Carlos Colombres

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Juan Carlos Colombres
Landrú.JPG
Juan Carlos Colombres en 1971.
Nombre Juan Carlos Colombres
Nacimiento 19 de enero de 1923 (90 años)
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Nacionalidad argentino
Otros nombres Landrú
Ocupación humorista, caricaturista, periodista
Premios Premio Maria Moors Cabot en 1971
Juan Carlos Colombres, popularmente conocido por su seudónimo Landrú (19 de enero de 1923, Buenos Aires) es un humorista argentino caracterizado por sus ironías sociopolíticas en las cuales incluye la caricatura tanto gráfica como textual.
Juan Carlos Colombres nació en 1923 y en la ciudad de Buenos Aires dentro del seno de una familia aristocrática procedente de Tucumán, prácticamente es integrante de la misma generación constituida por otros grandes humoristas argentinos: el mendocino Quino, el cordobés Lorenzo Amengual, Guillermo Mordillo, Miguel Brascó, Copi, Lang, Oscar Conti (Oski), así como el dibujante uruguayo radicado en Buenos Aires Hermenegildo Sábat.
J. C. Colombres adoptó el seudónimo por el cual es conocido debido a cuestiones políticas aparentemente fútiles, en 1947 mientras aún trabajaba en la revista Don Fulgencio editada por Lino Palacio comenzó a editar su propia revista humorística llamada Cascabel, en ésta se mofaba de Juan Domingo Perón (entre las muchas caricaturas con que representaba al creador del llamado justicialismo estaba la de una gran pera), preocupado ante la fuerte censura peronista, el hijo de Lino Palacio, muy amigo de Colombres le sugirió que utilizara un nombre ficticio diciéndole que cuando usaba barba tenía un rostro muy similar al sicópata asesino serial de mujeres francés Henri Désiré Landru.

[editar] Obra

La obra de Juan Carlos Colombres "Landrú" se caracteriza por una elaborada burla a ciertos modos masificados de "pensar" característicos de la sociedad argentina del siglo XX y de lo que va del presente siglo, su burla es básicamente una ironía a la vez sutil y descarnada en la cual critica a todos los niveles sociales, para ello ha creado una serie de personajes paradigmáticos: "Tía Cora", "El Señor Porcel", "El Señor Cateura" (un sujeto procedente de un nivel humilde que pretende a toda costa el ascenso económico y quiere aparentar un elevado nivel cultural, para "educar" a su pequeño hijo le propina feroces tratos y mezcla insultos correspondientes a diferentes sociolectos), "Rogelio el hombre que pensaba demasiado" (un paranoico que representa los temores de la burguesía), "María Belén y Alejandra" (dos jóvenes de alto poder adquisitivo pero patética y grotéscamente frívolas). Este humor escrito se ve enriquecido por la erudición que caracteriza a Colombres, lo que le permite utilizar diversos niveles de escritura o recurrir a los arcaísmos, a esto se suma un profundo y exhaustivo conocimiento de la realidad política nacional e internacional.
Ejemplo de los textos humorísticos de Colombres son los siguientes:
"Rogelio pensó: ¡un momento! ese sujeto me ha dicho que vivía en la localidad de Pavón, pero notemos que Pavón es también el nombre de una avenida en Avellaneda y en Avellaneda existe un equipo de fútbol...¡sí, ese equipo de fútbol se llama Club Atlético Independiente!, y a los de ese equipo les llaman los diablos rojos...¡claro!...¡rojo!, eso quiere decir que ese sujeto es un inmundo comunista, ya mismo lo denunciaré...".
o
"El Señor Cateura tras concluir con su copa de Château Margaux miró a su pequeño hijo que acababa de balbucear. ¡Pero qué cosa has dicho pedazo de bestia! ¿has dicho fulbo?, ¡se dice football pedazo de animal! y mientras le explicaba le asestaba un fuerte puntapie en medio de los dientes al niño..."
El humor gráfico de "Landrú" incluso puede superar a su humor escrito, como Oski, se ha basado en dibujos aparentemente sencillos en los cuales muy sabiamente se dan las deformaciones necesarias que caracterizan a logradas caricaturas, "Landrú" ha recurrido muchas veces a genuinas metáforas visuales, de modo que así como representaba a J. D. Perón con una pera, luego de ser derrocado el presidente legal Arturo Umberto Illia llegó a representar inconfundiblemente a Juan Carlos Onganía con una morsa ("La Morsa" era el sobrenombre que a éste se le daba), por tal caricatura su revista Tía Vicenta fue censurada y cerrada en 1966.
Uno de los rasgos más típicos en las caricaturas gráficas de Landrú es la presencia de un gato dibujado con una amplia sonrisa y los ojos abiertos con mirada pícara, tal gato se halla casi siempre cerca de la firma, como si el felino representara al humorista siendo testigo de un mundo absurdo al cual se observa y soporta a través del humor.
A inicios de los 1970s Colombres llegó a poseer una sección en la revista Gente, en tal sección inicialmente se burlaba de la sociedad, en especial del "medio pelo" o los nuevos ricos o aquellos que pretendían aparentar un buen nivel cultural, pero en poco tiempo tal sección comenzó a transformarse en una apenas solapada propaganda de marcas de ropa "fina". En 1973 tuvo una fugaz presencia en la revista Satiricón, en la actualidad las caricaturas de Juan Carlos Colombres (Landrú) suelen ilustrar la sección política del diario de mayor tirada en Argentina, el Clarín. Colombres es miembro de la Academia Nacional de Periodismo.
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miércoles, 24 de abril de 2013

RECORDANDO A LINO PALACIO.

Lino Palacio

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Lino Palacio trabajando en su estudio
Lino Palacio Calandrelli (n. Buenos Aires, Argentina; 5 de noviembre de 1903 - íbidem; 14 de septiembre de 1984), dibujante, caricaturista, guionista cinematográfico, pintor, publicista y ceramista argentino.

Índice

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[editar] Biografía

Fue hijo del matrimonio de Alberto Carlos Palacio y de Ada Calandrelli. Desde su infancia, adquirió interés en el dibujo llegando a dibujar, hasta cumplidos los 8 años de edad con carboncillo en la casa colonial de su familia, con el visto bueno de sus padres. A los 9 años de edad, se publica su primera caricatura en la sección Dibujo Infantil de la revista Caras y Caretas, que representaba a un fotógrafo.
Al cursar la educación secundaria, Lino Palacio había decidido ser dibujante, aunque por consejo de su padre, quien era Ingeniero civil, hizo estudios en la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires. Por la amistad entre su padre y el director del periódico bonaerense, La Razón (del cual sería colaborador años después), Lino consiguió que se publicara en este medio, en 1920, su caricatura acerca de un atleta cuyo nombre olvidaría, que fue el primer trabajo por el cual cobró y que inició su carrera profesional. Esta caricatura se basó en una fotografía que se le mostró al joven artista.
En 1925, hizo su primer viaje a Europa, específicamente a París donde hizo apuntes sobre los personajes pintorescos que encontró y que a su regreso dio a conocer mediante muestras colectivas y en publicaciones. Por esa época, junto al músico Adolfo Rosquellas editó la revista "El Cuco" que aparecía en forma esporádica, cuando había capital para producirla, hasta que fue cancelada la publicación en forma definitiva.
En los años 1930, publicaba sus caricaturas en las revistas "Don Goyo" y "Caras y Caretas", y empezó a trabajar para la filial argentina de la empresa de publicidad Walter Thompson, lo que lo haría ser con el tiempo, propietario de una de las agencias destacadas de Argentina.
Lino Palacio gracias a su talento de caricaturista y humorista gráfico se hizo entonces asiduo de colaborador de diversas publicaciones. En esa misma década colaboró en los diarios argentinos La Opinión, La Prensa, El Diario e igualmente en las revistas "El Hogar", "Mundo Argentino" y la publicación infantil "Billiken".
Es en "La Opinión" que nació uno de sus más conocidos personajes Ramona, inspirado en una empleada de servicio doméstico nacida en Galicia que trabajaba en casa de su abuelo. Este medio impreso tuvo corta existencia, pero la caricatura se continuó publicando en otros periódicos. Igualmente realizó un curso para convertirse en profesor de dibujo en la Academia Nacional de Bellas Artes; gracias a lo que ya conocía de su profesión, obtiene su título en una semana. Así obtuvo su primera cátedra en el turno nocturno de un colegio secundario del barrio bonaerense de Belgrano. Al mismo tiempo, afianzaba su profesión de publicista en la agencia publicitaria "Aymará" para la cual desarrollaría afiches y campañas publicitarias. Su talento gráfico lo haría ganar 25 concursos de afiches.
En 1931, fue contratado por el diario argentino "La Prensa" para ser el director artístico del suplemento infantil semanal. Allí, dio nacimiento a otras historietas llamadas "Ocurrencias de Pimpollo" y "La barra de Bolita" de la cual surgió una revista con el nombre de éste último personaje, para la cual Lino Palacio dibujaba las portadas.
En 1941 dibujó la primer portada de la revista de humor político Cascabel y más adelante hacía en páginas interiores un dibujo firmado como Flax –distinto del que hacía diariamente para La Razón sobre el desarrollo de la guerra. También hacía "Ramona”, una historieta sobre una empleada doméstica gallega e ignorante.[1]
Entre sus libros de caricaturas, el más destacado fue la "Historia de la Guerra", que tuvo gran repercusión por ser la única crónica de la Segunda Guerra Mundial presentada semanalmente en forma de caricatura en todo el mundo, bajo el seudónimo Flax, también utilizado por su hijo. Allí resumía con sus dibujos las alternativas bélicas y los movimientos estratégicos de los principales líderes europeos implícitos en esa guerra: Churchill, Rooselvelt, Hitler, Stalin, Musolini, Tojo, De Gaulle, Chamberlain y Franco, entre otros.
También realizó destacadas caricaturas políticas en los semanarios Panorama, Mercado, "Azul y Blanco" y "La Nueva República" entre 1955 y 1970. En 1965, Lino Palacio toma la decisión de regalar los derechos para que continuaran dibujando y publicando, las tiras cómicas de sus personajes Ramona y Cicuta a sus hijos también caricaturistas Cecilia y Jorge Palacio, respectivamente.
Se destaca como anécdota, contada posteriormente por sus hijos, que en 1978 durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, funcionarios del gobierno sugirieron a la dirección del diario La Razón que se dejara de publicar su historieta Avivato, que representaba al típico porteño pícaro de esa época, ya que afectaba la imagen de Argentina que pretendió mostrar la dictadura debido a la llegada de visitantes y periodistas extranjeros con motivo del Campeonato Mundial de Fútbol. No solo Lino Palacio aceptó la imposición de la dirección del medio impreso y no sólo dejó de dibujar "Avivato" sino también Don Fulgencio, el hombre que no tuvo infancia, historieta que representaba a un hombre adulto con actitudes infantiles por habérsele prohibido expresar las emociones durante su niñez.
En el año 2006 el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori de Buenos Aires, una muestra retrospectiva que incluyó los trabajos originales del dibujante y publicista de todos los personajes que creó, portadas de la revista Billiken, ilustraciones realizadas para otras publicaciones y una cantidad importante de caricaturas políticas de la Segunda Guerra Mundial y de personajes políticos argentinos. Esta muestra, que tuvo gran repercusión en el público y la prensa, se transformó en un homenaje a su importante trayectoria.
En el año 2009 participa con un original de una portada de la revista Billiken y con tiras de sus principales personajes; en la muestra "Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico" que el Museo del Dibujo y la Ilustración realiza en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, homenajeando a los más importantes creadores del Humor Gráfico en Argentina a través de su historia.

[editar] Otras actividades artísticas

También se destacan sus pequeñas esculturas realizadas en cerámica esmaltada distinguiéndose su policromía y que reproducen el estilo caricaturesco apreciado en sus ilustraciones. Igualmente realizaba pinturas con magistral excelencia, como expresaran algunos críticos de arte.

[editar] Muerte

Falleció junto a su esposa en Buenos Aires el 14 de septiembre de 1984 al ser asaltado en su departamento de Barrio Norte por una mujer y dos hombres adictos a los estupefacientes. Quien los asesinó fue Claudia Alejandra Sobrero, más tarde reencarnada en la ficción en el capítulo Claudia Sobrero, cuchillera de la serie de televisión unitaria Mujeres asesinas emitida por el canal 13, en el que fue representada por la actriz Dolores Fonzi. Sobrero fue la única mujer en la Argentina a la cual además de la condena a reclusión perpetua se le aplicó la pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, pero merced a su buena conducta logró le concedieran la libertad el 3 de enero de 2006 luego de pasar 21 años presa.[2] El 14 de septiembre de 2009, al cumplirse 25 años de su trágica desaparición, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires realizó un merecido homenaje a Lino Palacio, por iniciativa del Diputado Raúl Puy y con la participación del Museo del Dibujo y la Ilustración que organizó una pequeña muestra de sus obras. Contó con la presencia de destacados colegas, como Miguel Felipe Dobal y Miguel Rep, su hija Cecilia Palacio y numerosos familiares y amigos.

[editar] Notas

[editar] Enlaces externos

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